En La Romana les han dado seguimiento al caso, se esta por conformar si el cadáver hallado en la carretera Miches-Seibo,
Wilma Batista
La Policía Nacional informó anoche que Crismeidi Guerrero, encarcelada con tres meses de medida de coerción junto a su hermana, Erika Guerrero, sospechosa de la desaparición de la empresaria Wilma Martínez, admitió ayer que la joven fue asesinada y que participó en el hecho.
Una nota del cuerpo del orden indica que Guerrero llevó a los policías encargados de la investigación a un lugar deshabitado, ubicado en el kilómetro cinco del tramo de la carretera Miches-El Seibo, donde fue encontrada una osamenta humana sin el cráneo, que según la detenida corresponde a la desaparecida.
Dijo que la cabeza le fue cercenada y luego entregada a un individuo que supuestamente pagaría dos millones de pesos.
Wilma Martínez estaba desaparecida desde el pasado 8 de julio, tras salir del residencial Luisa Perla, del municipio de Higüey, en compañía de cinco personas de apariencia extranjera, entre ellos tres hombres y dos mujeres, a bordo de una jeepeta marca Nissan Infiniti, blanca. La osamenta será enviada al Instituto Nacional de Patología Forense para las investigaciones correspondientes.
Familiares de la joven Wilma Teresa Martínez, de 27 años, habían solicitado ayer al procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, designar al procurador adjunto Frank Soto al frente de las investigaciones para dar con el paradero de su pariente.
En una rueda de prensa conjunta con representantes del Comité Dominicano de los Derechos Humanos, en la que mostraron su preocupación por la desaparición de Martínez, miembros de la familia alegan que el procurador fiscal de Higüey, Lucas Evangelista Pérez, no les ha dado una respuesta satisfactoria sobre el caso.
Señalan que las autoridades permitieron a los padres de los niños de la secuestrada tener acceso a los bienes de ella. La joven tiene una niña de ocho meses de nacida con el suizo Jean Difrisco, y un niño de seis años procreado con el señor Ángel Rijo (Manolo).
José Martínez, padre de la víctima, pidió a las autoridades detener a los dos hombres, ante la sospecha de que podrían estar involucrados en el secuestro de su hija.
Reproducido del Listin
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