Tres hombres, incluyendo un sargento de la Policía, fueron hallados muertos esta mañana en un cañaveral del ingenio Caei, en Yaguate, a 14 kilómetros al oeste de San Cristóbal, con numerosos impactos de bala, uno dentro de un camión y otros dos al lado de una camioneta blanca de doble cabina, incendiada.
El vocero de la Policía, coronel Jacobo Mateo Moquete, informó que las víctimas son el sargento mayor de la Policía Luis Méndez Sepúlveda, quien prestaba servicio en Yaguate; el chofer de camión Abraham de los Santos Rodríguez (Juan), de 60 años y una tercera persona no identificada aún.
El chofer del camión transportaba materiales de construcción para la reparación de gaviones de la presa de Valdesia.
Mateo Moquete dijo que el hallazgo se produjo esta mañana en un cañaveral del sector Los Rieles, de Yaguate, a 50 metros de la carretera Sánchez.
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Al lugar se presentó el mayor general Manuel Castro Castillo, jefe de la Policía Nacional; y el general César Sena Rojas, director central de Investigaciones Criminales (Dicrim).
También el general Mario Objío Morales, director regional Sur con asiento en Baní; el coronel Juan Francisco Solano Jáquez, comandante de la Policía en San Cristóbal, acompañado del teniente coronel Cándido Arias Bautista, director adjunto de Investigaciones Criminales.
Extraoficialmente se explicó que en el lugar donde fueron asesinados, se averió la camioneta y que sus ocupantes le pidieron al conductor del camión que los ayudara.
Las mismas versiones indican que l chofer De los Santos Rodríguez fue en busca del sargento mayor de la Policía para auxiliar a los de la camioneta.
Se dijo que el sargento y otro hombre identificado como “Juan Marcos” que también los ayudaban notaron que dentro de la camioneta había un cadáver lo que habría motivado que los mataran personas hasta ahora no identificadas y que viajarían en la camioneta.
Se informó que otra persona estaba muerta dentro de un saco, pero las autoridades no lo confirmaron.
Efectivos de la Policía acordonaron el lugar debido a la presencia de cientos de curiosos que trataban de ver los cadáveres.
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