Haití dio la bienvenida al nuevo año con violencia cuando el primer ministro Ariel Henry huyó de la ciudad norteña de Gonaïves luego de un tiroteo entre sus fuerzas de seguridad y un grupo armado que había advertido al líder que no pusiera un pie en la ciudad.
Los medios locales informaron que una persona murió y dos resultaron heridas en los disparos que obligaron a Henry y a otros a agacharse y buscar refugio mientras salían de una catedral el sábado después de asistir a una misa para celebrar la independencia de Haití de Francia.
La oficina del primer ministro, cuando fue contactada por The Associated Press, dijo el lunes que "bandidos y terroristas" atentaron contra la vida de Henry y acusaron al grupo de esconderse detrás de los muros para atacar el convoy y de amenazar al obispo rodeando la iglesia.
"Eso es intolerable", dijo la oficina, y agregó que ha emitido órdenes de arresto.
Un portavoz de la Policía Nacional de Haití dijo a la AP el lunes que la policía había asegurado el área.
El incidente es un nuevo golpe para el frágil régimen interino de Henry que lucha contra la pobreza cada vez más profunda y un aumento de la violencia de las pandillas mientras busca crear una coalición para ayudar a gobernar el país después del asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio, con elecciones generales programadas para mediados de 2022.
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