martes, 8 de diciembre de 2020

COMPARACION DE LAS NAVIDADES DE LOS AÑOS 50s Y 60s CON LAS ACTUALES

 

Por Ramón Vélez

San Juan, Puerto Rico. Mi niñez y juventud la viví en La Romana, hasta que tuve que salir en lo que he llamado mi exilio económico, pues para enero de 1984 mi adorada esposa Xiomara Báez y nuestra primera hija Xiomara Moraima, salimos de la patria para tierras cercanas, donde hemos estado residiendo hasta hoy, pero siempre visitando, queriendo y amando nuestra patria chica…..La Romana….

En el transcurrir del tiempo la nostalgia y el recuerdo van de la mano, para hacernos recrear aquellos tiempos, en que los hoy mayores fuimos niños y teníamos que ir hasta la bodega del Central Romana para adquirir el pan, la carne, el café y otros productos del diario vivir.

Por supuesto existían muy buenos comercios, como era El Gallo, de don Jaime Vargas, también estaban los negocios de Toño Torres en la esquina del almacén de Hilary Mayol, recordando que esa esquina tenia el establecimiento de don Pepito Ayat y otro de unos señores cibaenos que si mal no recuerdo eran de apellido Florencio, vinculados con Arturo Florencio, Nieves Rojas y otros jóvenes que residían en las cercanías del Instituto Comercial Duarte, del Profesor Ramón Altagracia Cordones, mi apreciado tío político.

Otro que durante mucho tiempo tuvo negocio fue don Miguel Florencio, esposo de la ex gobernadora provincial, Profesora Virginia Pérez de Florencio. Este local estaba localizado frente al antiguo Mercado Publico de nuestra ciudad.

No podemos dejar de mencionar la celebre “Pollera”, donde muchos teníamos que ir por obligación a comprar los pollos que allí vendían y donde prácticamente era una odisea el poder adquirir los mismo, por la cantidad de personas que todos los días allí se reunían. Muchos adquiríamos un solo pollo, pero iban personas que revendían el producto y por  tanto eran los que pedían 20 pollos picados en canto, pero no te olvide de echar el corazón y la molleja, pues las vendían aparte a su clientela.

Recuerdo los tiempos en que comenzaba a funcionar el Colegio Santa Rosa y era una obligación ir los domingos a misa, pero el grave problema de esto era que íbamos primero al plantel y luego salíamos en fila, desde los grados más pequeños, hasta los mayores. El uniforme de los domingo, era el llamado de “gala” que consistía en un traje blanco, con zapatos negros, teníamos que llevar puesta una corbata negra….Como siempre ha existido la travesura entre los seres humanos, los muchachos de color oscuro (negritos) cuando los veíamos vestidos de blanco, le decíamos “Montecarlo”, que era un famoso cigarrillo que para esa época, hacia la Compañía Anónima Tabacalera (CAT). Muchos peleaban y otros gozábamos, cada vez que se ponían los guantes y luego la directora Zaira Flaquer los obligaba a ir a confesarse por  la acción que habían realizado.

Igualmente estaba el almacén de los Carrenos, mucha de cuya familia todavía reside en La Romana, entre sus hijas recuerdo a Petra que es una persona muy vinculada a mi familia por la amistad que le una a una hermana de mi fallecida madre.

Si mal no recuerdo la familia Pons tuvo negocio de alimentos, pero al transcurrir de los anos, muchos de estos negocios pasaron a mano de persona netamente dominicana. No podemos dejar de mencionar a los tantos y tantos negocios que proliferaban en cada una de las esquina de nuestros sectores, entre ellos mantengo en mi memoria a Joaquín Castillo que estaba localizado en la Teófilo Ferry, tenia un hermano que por anos tuvo o tiene negocio en el sector de Bancola. Una hermana de ellos fue la esposa de don Luis Castillo, que por años mantuvo negocio frente a donde hoy está localizada la oficina principal de la Asociación de Ahorros y Prestamos Romana.

En mi memoria, la librería Quisqueya, que por años mantuvo dona Virginia (Villin) y que luego adquirió mi buen amigo Hugo Mendoza, a quien siempre recuerdo, pues nos unían lazos familiares, pues su apreciado padre Pedro Mendoza Agesta, fue mi padrino…Hoy tengo la alegría de haber conocido a Michel Mendoza, hija de Hugito y su apreciada esposa y esta joven ha heredado las formas peculiares de sus apreciados progenitoras y adorados abuelos, paternos y  maternos.

Dejarê algo para el próximo material, sobre nuestro pueblo. Hasta pronto queridos lectores

No hay comentarios:

Publicar un comentario