Por Wanchy
Medina
Twitter:
@WanchyMedina
Desde hace
varias semanas, a sugerencia del amigo periodista Leonel Peña, he estado
escribiendo para varios medios digitales sobre la municipalidad y otros eventos
sociales, la tarde de este sábado siendo las 4:23 Hora/minutos, mientras escribía
el segundo párrafo del artículo que me proponía publicar esta semana, una llamada
telefónica me daba la infausta noticia de la muerte de un ser excepcional: Edith Pimentel.
Esto, hizo variar mi
discurso escrito que les presentaría a los dilectos lectores para esta entrega.
Conocí a Pimentel después
que ambos éramos adultos, de hecho, desde que nos conocimos hicimos sintonía
inmediatamente; un ser humanos con posiciones sobrias, polemista respetuoso,
exponente de vasta calidad.
Edith, era uno de los
ciudadanos más actualizados que conocía en La Romana, siempre que teníamos
contacto me exteriorizaba con singular elocuencia las nuevas olas de la
economía local, regional (hemisférica) y mundial.
La primera vez que escuché
hablar sobre los países BRIC, por el año 2002, fue un enfoque que éste amigo
ido a destiempo me presentó con planteamientos tan firmes como los de Oneill, e
hizo pronósticos certeros sobre el devenir de este cuarteto económico que hoy
gravita en la economía mundial.
Edith Pimentel no era un teórico de la
palabra, su pragmatismo se muestra en los aportes que le hizo a la comunidad;
solventó sin buscar resultados pecuniarios unos de los equipos de baloncesto
superior de La Romana. Era el padre del equipo San Martín de Porres.
La última vez que
participamos en una actividad juntos, fue hace un par de meses, cuando a sugerencias del bloque de
juntas de vecinos de los barrios situados en el noreste de la provincia, se
realizó un encuentro en el salón parroquial de la Iglesia San Pablo, sector
Papagayo; el encuentro contó con la presencia de las autoridades locales, en
este evento, él junto con el periodista Julio Perelló promovían la solución de
los problemas de su sector.
No
es mera casualidad, que la sociedad de La Romana se haya desbordado en lamentos
por su inesperada partida, para muchos munícipes, incluyéndome, se trata de un
hombre que por sus aportes será difícil manejar su ausencia por los próximos
lustros. Consuelo a su familia por esta irreparable pérdida.
Hasta pronto Edith!
* El autor es Regidor de La Romana.-
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