Foto cortesia de Anny Abreu
Alas 5:35 de la madrugada de ayer la alarma de un temblor de tierra despertó prácticamente a todo el país, lo que ocasionó un pánico colectivo, aunque aún no se han registrado víctimas mortales ni daños de grandes dimensiones.
Muchos salieron asustados a las calles en ropa de dormir por los fuertes movimientos en sus viviendas, sobre todo en edificios de varios niveles.
El temblor registró una magnitud 5,2 grados en la escala de Ritcher, según el Instituto de Sismología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Su epicentro se produjo en Palmar de Ocoa y tuvo una latitud en la parte norte de 18 y una longitud de 70.4, a 55 kilómetros de Santo Domingo, y 75 de Barahona. La profundidad fue de 18 kilómetros.
La sacudida se sintió en todo el país. Provocó grietas en edificaciones de Ocoa y de Azua, sobre todo en centros hospitalarios y educativos. El Instituto de Sismología Universitario y el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha mantenido informando a la población de la evolución de la situación.
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